Archivo de la categoría: Segunda Guerra Mundial

Philip K. Dick II

En su novela El hombre en el castillo, Philip K. Dick nos presenta un mundo paralelo, otra realidad que se ha bifurcado de la conocida por todos nosotros, a partir de la Segunda Guerra Mundial. En su novela ganan los nazis y los japoneses, es decir, el fascismo. Es un ejercicio de ficción, una ucronía, es el nombre técnico que recibe este tipo de literatura. Hasta aquí todo bien, hemos clasificado esta novela en un género narrativo claramente definido que todos podemos distinguir. El problema surge cuando intentamos comprender la totalidad de las referencias, metáforas y parábolas que impregnan la obra, pues si El hombre en el castillo es algo, desde luego que no es nada ortodoxo o definible en unas pocas líneas por los comentaristas editoriales. Voy a hacer yo mismo el esfuerzo de ir más allá en la interpretación de la obra.

a) Esta realidad paralela no es una mera invención del escritor.

b) Se trata de un espejo que muestra aquello que permanece oculto en la realidad que conocemos como habitual.

c) En este espejo reconocemos la dualidad realidad-ficción, vigilia-sueños, consciente-inconsciente, ying-yang.

d) En la realidad paralela que no es nada más que un espejo que muestra el lado complementario, existe un escritor que publica una ucronía en donde la Segunda Guerra Mundial la había ganado Estados Unidos, llamada La langosta se ha posado.

e) Descubrimos de esta forma a través del espejo que quien ganó la Segunda Guerra Mundial fue nada más y nada menos que el fascismo, quedando el nombre del país, el nombre de la ideología en segundo lugar, uniéndose ficción con realidad, la aparencia con la la esencia, en el satori; el conocimiento del lector.

Las Universidades: la mentira como religión

En el inicio de la crisis económica actual, las televisiones entrevistaban a prestigiosos economistas que defendían que la única solución a la crisis de la deuda era el gasto público para que el dinero siguiera fluyendo en la economía. Estas recomendaciones están avaladas por la teoría económica de Keynes, el dogma aceptado sin discusión en las universidades. Esta receta económica es la que se impuso en la época de la Gran Depresión de los años treinta, en el conocido New Deal que promulgó el presidente de los Estados Unidos Roosevelt. Históricamente ha quedado avalada la teoría de Keynes, pues la Gran Depresión se solucionó con obras públicas faraónicas que proporcionaban trabajo a los desempleados.

Lo que no se dice es que el New Deal, a parte de no solucionar la economía estadounidense, desembocó en la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial. La otra mentira institucionalizada es la del ataque japonés a Pearl Harbor, que supuso la entrada oficial de los Estados Unidos en la guerra. Y digo oficial, porque Estados Unidos llevaba tiempo suministrando armamento a los aliados, combatiendo con los submarinos alemanes, y estableciendo una política hostil a los intereses de Japón en el Pacífico. Puedes encontrar más información sobre las causas reales del ataque de Perl Harbor en esta página, junto a la política americana de antes, durante y después de la guerra.

La Gran Depresión NO se solucionó con gasto público. Se esquivó el problema con la mayor guerra que ha vivido la humanidad hasta el momento, paralizando por decreto la economía civil para desarrollar en exclusividad la economía de guerra, una economía que evidentemente no tiene nada que ver con la libertad individual ni el libre mercado. Las Grandes Corporaciones fueron las beneficiadas de aquella economía con los contratos del gobierno, y la libertad que en teoría decían defender los Estados Unidos quedó subyugada después de la guerra por los intereses de la industria que sí había sobrevivido el New Deal con enormes beneficios: el complejo industrial militar.

En este video El rap de Hayek y Keynes entenderás qué sucede con la teoría keynesiana del gasto público y el sistema actual bancario de reserva fraccionaria y bancos centrales. Algo que un niño de cinco años puede entender; que no puedes gastar más de lo que tienes o podrás devolver, es algo que no entra en la cabeza a los catedráticos de nuestras prestigiosas universidades, así que mejor piensa por ti mismo de una vez, y deja de empollar sin más los temarios que te obligan a estudiar en el colegio…

Y si quieres profundizar en la teoría económica que defiende el personaje de Hayek en el video, puedes leer el siguiente post de mi otro blog sobre filosofía y pensamiento: Los doctos. El problema de la dogmatización universitaria no es nuevo. Los grandes filósofos y pensadores de finales del s.XIX ya chocaron con estos muros…

 

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