Philip K. Dick

Philip K. Dick fue un escritor de ciencia ficción de la segunda mitad del S. XX. Si bien no se le considera un narrador sobresaliente en cuanto a su técnica o a su retórica, ha pasado a la Historia por la puerta grande por los temas que trata. Recordaréis los siguientes films, que son basados en sus novelas o cuentos:

Blade Runner, de Ridley Scott, icono imperecedero de la ciencia ficción, protagonizada por Harrisson Ford, que se dedica a matar a robots que desarrollan conciencia de sí mismos.

Minority Report, de Steven Spielberg, en dónde los precogs tienen visones de violencia y crímenes que todavía no se han producido, y son usados por el Estado y la policía para detener a los culpables antes  de que aquellos se produzcan. Paradójicamente, el Policía Tom Cruise se ve envuelto él mismo en un crimen que todavía no ha cometido.

Desafío Total, o en inglés Total Recall, que significa recuerdo total, que hace más justicia a la trama de la película, fue dirigida por Paul Verhoeven y protagonizada por Sharon Stone y el saco de esteroides que se pasó luego a la política. Schwarzenegger paga unas vacaciones ficticias con un implante de recuerdos(un método más barato de viajar), pero algo sale mal. Resulta que aquel cerebro ya había sido manipulado previamente, y el programa informático de los implantes no es apto para el regrabado, no es Re-Writable como los CD’s, y ello provoca un choc al cliente, que ya no sabe quién es, quien era, ni hacia dónde va. Poco a poco, nuestro musculitos va recordando… y resulta ser que era un espía de la guerra con Marte, a la cual vuelve. ¿Cómo olvidar a la mujer con tres pechos del puticlub de Marte? Sin duda aquí había un fallo argumental…

Éstas son las adaptaciones cinematográficas más taquilleras de este genio, pero hay muchas más que se han quedado en segundo plano, serie B.

Philip K. Dick es el ejemplo de que se puede usar la literatura para hacer pensar. Explicar la sociedad actual en la que vivimos, y hacia dónde ésta se dirige. Educar. Los libros no son simples pasatiempos. Toca de forma magistral el problema de la sociedad actual perdida en las formas o apariencias. Dice que hay algo más allí. No todo es lo que la televisión nos dice, la publicidad, o el reconocimiento social. Philip K. Dick habla de la otra realidad, la realidad interior. Conceptos filosóficos antiquísimos cobran en las páginas de Dick una actualidad sorprendentemente aterradora. Catapulta a primera línea mediática El noumen y el fenoumen de Kant, la voluntad Schopenhaueriana, o la complejidad de las fuerzas interiores de Nietzsche. Lo que nuestros sentidos captan no es más que una ilusión de las formas, representada en otra ilusión, dentro de nuestra cabeza. Significa también, un ataque frontal al cientifismo, que solamente trata de clasificar éstas formas en criterios arbitrarios que no tienen nada que ver con la realidad que subyace a lo aparente. Por último, hace una alegoría a la importancia de los sentimientos, algo personal e intransferible a lo que cada uno tiene que atenderse, sin importar las presiones mediáticas o sociales que nos impongan desde el exterior.

Suyo es el concepto de la Tercera Guerra Mental. Es un juego de palabras entre Tercera Guerra Mundial, que sería la que vendría en orden cronológico, y Guerra Mental. Dick nos dice que la Tercera Guerra Mundial no será como las demás, en las trincheras y con fuego abierto en todo el territorio mundial con dos bandos claramente definidos, sino que ésta será sicológica, mental. Una guerra por el control del subconsciente humano. En dónde por un lado están los poderes de facto, los bancos, multinacionales, mafias, y gobiernos corruptos, que tienen a su disposición la mayoría de los centros educativos, universidades y medios de comunicación; y por otro lado estás tú. Tu, y tu familia, tus amigos, tus seres queridos y el grado de autorrealización que desees en esta vida, junto con algunos académicos que son evidentemente, silenciados por los mass media; junto con los libros, el deporte sano, internet(ojo que hay de todo…), y las prácticas místicas o espirituales. Ésta es una guerra abierta, que se libra cada día cuando vas a trabajar, enciendes la tele, o lees las normalmente aterradoras noticias de cada día. Una guerra en la que el objetivo es bombardearte para que no se despierte tu Yo interior y sigas consumiendo, con trabajos monótonos, y culpes de tu miseria y frustraciones a los moros, a Chaves, o a Irán, ellos se forren con el negocio de la guerra, y tu te alienes mirando series de televisión o películas de Hollywood.

¿Te gusta ésta realidad? Bienvenido.

Publicado el 01/11/2012 en Relatos y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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