¿Por qué cambian los títulos?
Todos sabemos que muchos libros y películas tienen distintos títulos al traducirlos del inglés al castellano. ¿Por qué sucede esto? ¿Tan diferentes son las culturas, los pueblos, que hay que cambiar el eslogan, la frase visible que nos informa sobre el contenido de la obra? Un título es algo especial, es el resumen del resumen. Da información sobre lo que nos encontraremos, al mismo tiempo que se busca el efecto impactante para captar la atención del público. El público, esta masa amorfa de gente que para las grandes editoriales o productoras solo significa una cosa: dinero. El título de una obra es parte de la obra, y cambiarlo porque alguien en el gabinete de una editorial piense que así llegará mejor al público local, sencillamente es una falta de respeto a las personas que han intervenido en la creación de dicha obra. Voy a poner el ejemplo de un libro de Charles Bukowski; El Sur de ningún Norte. No, no hagáis el esfuerzo de buscar este título en google, porque no lo vais a encontrar. Aunque si buscáis South of no North sí que lo vais a encontrar… Y si os cuesta leer en inglés, tendréis que buscar en google: Se busca una mujer.
De aquí llegamos a la conclusión que los editores españoles tienen un concepto sobre su público como un poco más simple y primitivo que los editores americanos. Se busca una mujer es el título de uno de los relatos que nos encontraremos en El Sur de ningún Norte, junto a perlas de la literatura moderna, metáforas de nuestra sociedad, y demás relatos de los fondos urbanos que Bukowski conocía bien.
Pero también se podría interpretar el cambio de título por la consideración de que el público español tiene problemas para entender las metáforas, así como el juego con los opuestos arriba-abajo, Norte-Sur… Tiran más dos tetas que dos carretas: éste es el mensaje que el público español está preparado para consumir, según la editorial.
Podría poner ahora el ejemplo del libro que comenté en este post: El hombre en el castillo. Tengo que decir que nunca me atrajo este título, y me costaba entender su significado. Y el otro día me encontré con la sorpresa de que el título original es: El hombre en el castillo elevado. Entonces todas mis dudas se desvanecieron al instante, y comprendí la totalidad de la obra. Otra vez, las editoriales españolas creyeron que el público español solo sabe arrastrarse por el suelo incapaz de ver las alturas, lo que nos lleva a la inevitable conclusión de que el mundo editorial simplemente navega en el Sur de ningún Norte.
Y si queréis encontrar el Norte entre el meollo cultural de la actualidad, leed el relato Cristo sobre ruedas del libro Se busca una mujer. Yo no lo publico aquí porque me crujen a demandas judiciales sobre derechos de autor aunque el pobre Bukowski esté ya fiambre, porque esto sí que lo saben hacer las editoriales: criticar la difusión del arte, Internet, y las nuevas tecnologías…
Publicado el 31/07/2014 en Relatos y etiquetado en Bukowski, Mundo Editorial. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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